Hernando Colón, coreado por Bartolomé de las Casas, dejó escrita una biografía paterna publicada en Italia y en italiano en 1571 con el propósito de convertir a su padre en un héroe ya que su «gesta» fue rápidamente olvidada en Castilla. Esa biografía absolutamente falsa aunque, como es lógico, es seguida al pie de la letra por los historiadores encontramos cosas muy curiosas que ya tenían que haber hecho dudar de su autenticidad.
Colón, deja Génova casi en la adolescencia para dedicarse el comercio de la lana por lo que le bastaba saber leer, escribir, y manejar el ábaco con las operaciones elementales; sin embargo Colón maneja los números árabes y magnitudes co o 56 ⅔ con toda soltura.
Mientras viajaba aprendió a navegar, navegar a bolina, ceñir… olvidando que la navegación era un arte liberal, que pilotos y capitanes exhibían públicamente bonetes indicando su rango, y que eran las enseñanzas de un maestro las que te daban «autoridad», » y que aprender como los búhos «fijándote mucho» no lleva a ninguna parte.
Maas tarde, cuando llega a Lisboa parece que aprende los conocimientos cartógrafos que poseía, bien porque trabajase como cartógrafo o por que lo era su hermano Bartolomé, y nuevamente se olvida que la cartografía es un arte.
Se casa y va a Porto Santo porque su suegro fue capitán de la isla y su suegra le dio unas cartas de marear, y con eso y unos libros que no tienen relación con la navegación. en forma autodidacta aprende a ir al este navegando hacia el Oeste; lo malo es que Madariaga ya explicó que el suegro de Colón no había navegado jamás y la capitanía de la isla la obtuvo gracias a sus hermanas amantes simultáneas del obispo de Lisboa. De todas formas los portulanos llevan estudiándose más de un siglo y nadie ha logrado descifrarlo, lo que si hizo Colón en pocos años.
Pero el fiasco más importante sobre los conocimientos colombinos nos lo da la famosa apostilla 490 de Ymago Mundi, que ya traté y que vuelvo a reproducir:
«Navegando a menudo de Lisboa al sur hacia Guinea observé con cuidado la derrota como es usual entre capitanes y marinos; y después tome la altura del Sol con el cuadrante y otros instrumentos muchas veces, y he encontrado que ella concordaba con Alfragrano, es decir que a cada grado correspondía 56 millas y 2/3, por lo cual hay que creer en esta medida. Así podríamos decir que el perímetro de la Tierra en el arco equinoccial es de 20.400 millas. Eso mismo fue lo que halló, José físico y astrólogo, y otros muchos que fueron enviados solo para esto por el Serenísimo Rey de Portugal. Y esto lo puede ver cualquiera que mida por las cartas de marear, midiendo de norte a sur por el océano fuera de toda la tierra en línea recta, lo cual bien se puede hacer empezando en Inglaterra o Irlanda en línea recta hacia el sur hasta Guinea».
Sobre esa apostilla escribe Consuelo Varela (probablemente la colombinista más famosa de la actualidad)
«Texto que ha recibido feroces críticas, porque parece improbable que el futuro descubridor llegara para entonces a adquirir semejante pericia, ya que no tenía ni los conocimientos matemáticos suficientes ni ningún conocimiento científico en que apoyarse».
Lo malo es que ya he demostrado que los historiadores no han entendido lo que hay escrito, y que Colón si poseía esos conocimientos que le niegan los historiadores y la biografía de su hijo. Ergo….. La biografía colombina es absolutamente falsa.